El comienzo
Capitulo 1
-¿Estás seguro de que si vienen despertara ella?
Pregunto una mujer que no aparentaba más de 30 años con ropa de vestir negra
-Seguro
Contesto la duda de la mujer un hombre sentado con una copa de vino tinto, sonreía
-¿Entraran o se quedaran?
La sonrisa del hombre desapareció y frunció el ceño. La mujer dio dos pasos hacia atrás temerosa.
-Eso no lo sé… pero te aseguro que no escaparan
Ella soltó un suspiro de alivio al darse cuenta de que no la ataco.
-Hace mucho que no la veo – pensó en voz alta
-Yo hace media hora… está perfectamente- su voz se había oído realmente aterradora.
No sabía ella si decir o no. Pero la curiosidad le gano
-¿Por qué no la puedo ver? Tú la vez cuando quieras
Se mordió la lengua de inmediato al ver que él se levantaba y se acercaba a ella. Al estar en una distancia demasiado cercas empezó a acariciar la mejilla de la mujer.
-Porque yo soy….
Mientras eso sucedía eso a varios metros se encontraban 2 muchachas jalando la mano a una de las chicas mientras que 4 chicos y una chica miraban apenados la situación.
-¡Vamos a la casa de los horrores!- Gritaba insistente una chica chaparrita de ojos color miel de cabello negro.
-¡¡NO QUIERO, TENGO MIEDO. !!- Contesto la chica a quien jaloneaban era chaparrita también como la primera la diferencia era que ella era güera y su amiga aperadla y de ojos grises.
-¡Vamos, no tengas miedo! Kim. – grito la otra muchacha esta era diferente a sus amigas era rubia platino de unos ojos azules como el cielo y de piel blanca.
-¡NO QUIERO! ¡YA DEJANME EN PAZ! CARLA Y ALEX –Las mencionadas la soltaron asiendo que callera de sentón en el suelo.
-Como gustes, llorona.- dijo la chica de ojos miel que era la tal Carla.
-¡NO SOY UNA LLORONA! Solo que ese lugar no me es de fiar.
-¿Entonces vendrás?- Pregunto uno de los chicos, de cabello ondulados cafés y de ojos negros.
La chica volteo a verlo y se sonrojo y se levanto del suelo
-S-si, Christian.
-¡OIGAN VENGAN ESTA KIM SI VENDRA! – grito el tal Christian a sus amigos.
-Yo no sé que le ven de interesante una casa antigua de no más de varios siglos. – dijo un chico despreocupadamente de cabello rubio platino ligeramente despeinado y ojos zafiros.
-Entonces vete, Aldo- Contesto enfadada Carla
-No puedo, tengo que cuidar a Alex. – Dijo con una mueca de disgusto
A tal dicho comentario todos se pusieron a reír, Alex se sonrojo y miro enfadada a su “queridísimo” hermano gemelo.
-Solo porque eres dos minutos más grande no me debes de andar cuidando.- dijo enfadada
-No es mi culpa de que nuestros padres no te tengan confianza. Desde que te escapaste de casa mientras estabas castigada por sacar 5 en tecnología, me aun mandado a estar vigilándote.- dijo con una sonrisa el chico.
-Mira, mira quién habla el que rompió la ventana de la casa mientras jugaba futbol.
-Oye!!
-Chicos dejen de pelearse- intervino una chica de cabellos cafés ondulado, morena de ojos chocolate, alta.
Alex y Aldo la vieron por un momento
-Está bien, Martha. – dijeron los dos al insomnio.
-A veces se comportan los dos como niños chiquitos. – dijo burlón un chico de cabello negro y ojos cafés.
-O-Oye… él es el que se comporta así, Mauricio. – se acerco Alex a él y lo abrazo.
Aldo miro con seriedad a él tal Mauricio, mientras que correspondía el abrazo con cariño cosa que no le agrado mucho a Aldo.
-no sé cómo te puede gustar alguien como Mauricio, Alex. Y mucho más que has cambiado por él, ya no te reconozco hermanita. Pensó Aldo con tristeza.
-Bueno entonces ¿qué? ¿Nos vamos?- Pregunto el ultimo en hablar mientras todo aquello sucedía cabello negro-azulado y ojos zafiro.
Todos se sorprendieron ya que el muchacho solía ser serio y anti-social. ¿Cómo se había hecho amigo de ellos? Quién sabe.
-Mira, quien al fin hablo el Sr anti-social- Dijo con burla Mauricio
-Mauricio, soy más listo que tu y no me dejare engañar por tus bromitas, se que quieres provocarme.
Si, Mauricio era lo que quería no le caía muy bien Jorge. Quería que todos lo echaran del grupo pero él era muy listo, pacifico y amable, y todos lo quería… si tal vez por eso el se volvió parte de aquel raro grupo.
Mauricio solo se enojo, como odiaba a ese tipo. Todos esperaron la respuesta de Mauricio, este se dio cuenta un poco tarde y sonrió y dijo como si lo hubiera ofendido
-Oh, Jorge. Como crees… si te considero un gran amigo, me ofendes diciendo esas cosas.
Nadie creyó lo que dijo, pero lo mejor era olvidar el tema.
-Y ¿Qué saben de la casa? –Pregunto Carla
Todos se callaron
-Yo sé algo que de verdad me aterra – Dijo temerosa, Kim
Todos la miraron
-Saben que mi papá es policía ¿verdad? Bueno hubo un caso hace no más de 3 semanas, no sé si vieron en la tele que una mujer de un empresario exitoso de aquí fue secuestrada
-Creo que yo si me acuerdo… al final la hallaron descuartizada ¿no? – Dijo Aldo pensativo.
-Sí, eso dijeron los medios pero no dijeron donde la encontraron.
-No, te equivocas si dijeron la hallaron a las afueras de la cuidad en el bosque ¿no?
Kim negó con la cabeza el comentario de Christian.
-No, eso fue lo que dijo los medios para no asustar a la gente, la verdad es que la hallaron enfrente de la puerta de la Casa De Los Horrores.
Todos se sobresaltaron a tal revelación, sabían que esa casa tenía fama de fantasmas y ese tipo de cosas pero nunca de un asesinato.
-¿Cómo no dijeron eso en la tele?- Pregunto sorprendido Christian.
-No sé, mi papá dijo que se sorprendió que no lo digiera ningún medio de comunicación.
- Pues teniendo en cuanta la fama de la casa, diría que fue para que no fuera más terrorífica. –Comento Aldo.
-Creo que le mejor es no ir. –Contesto pensativo Jorge. – No me agrada la idea ir a la escena del crimen.
-Concuerdo, tampoco me agrada la idea de ir ahí. – Dijo mirando a su hermana este Aldo.
-¡Patrañas! – Exclamo furioso Mauricio. – ¡Son unos cobardes! Como le creen a Kim de seguro está mintiendo, recuerden que ella no quiere ir.
-NO ESTOY MINTIENDO. – Exclamo Kim enojada.
Como podía decir que ella es una mentirosa, ella no mentiría en algo tan serio. Su esperanza era que sus amigos le hicieran caso a ella y no a él.
-Mauricio… Kim nunca nos mentiría para salirse de algo así. – Contesto Carla.
-Si tiene razón esta Carla. Kim y yo hemos sido amigas desde la primaria y no inventaría cosas como esas. – Contesto Alex.
-Alex, la gente cambia ¿no? Qué tal si esta fingiendo, es puras mentiras o acaso le crees mas a ella que a tu novio.
Lo pensó un rato Alex
-Iré a la Casa de los Horrores. –Exclamo Alex decidida.
Mauricio se sonrió y miro a los demás. Noto que Aldo tenía las manos en puño y la mirada baja, no iba desaprovechar esta oportunidad para molestarlo.
-Y ¿qué Aldo? ¿Dejaras a tu linda hermanita sola conmigo?
Aldo levanto la mirada de golpe y mantuvo sus manos en puño. Todos se quedaron viendo en silencio, sabían que se avecinaba una pelea entre estos dos.
-No, iré. – Apretó mas los puños –no la dejare sola contigo.
Carla al ver la reacción de Aldo tomo la decisión de ir, si los dejaban a ellos solos es capaz que se maten entre sí.
-Yo también iré.- Contesto primero Christian.
-Pues somos 4 ahora. – Dijo con una sonrisa Carla.
No podía creer lo que oía Kim, sus amigos estaban del lado de Mauricio, la habían traicionado. Tenía la mirada baja quería llorar, hasta que sintió una mano sobre su hombro y volteo a ver el dueño de esa mano. Jorge era quien lo estaba consolando, entendía la situación.
-No me agrada Mauricio y la situación en las que nos ha metido, pero tenemos que acompañarlos como buenos amigos.
-Pero si ellos van a ir. ¿Acaso no se dan cuenta de lo peligroso que es?
-Aldo tiene que ir ya que le preocupa Alex al igual que Carla. Christian no dejaría solo a su amigo con alguien que odia a muerte en un lugar peligroso.
-Y ¿tu? Jorge ¿Por qué?
Jorge sonrío, miro hacia el cielo y empezó a caminar hacia los chicos.
-Porque… son unos niños necesitan a un adulto que los cuide ¿no lo crees, Kim?
Kim se quedo callada un rato y veía como ellos se alejaban para ir hacia la casa. Pensó en lo que dijo Jorge todos tenían una razón por la cual ir hacia la casa y era la misma, era para cuidarse entre sí como los buenos amigos que eran, no la estaban traicionando o bueno no todos.
-¡KIM! VAS A VENIR ¿SI O NO? –Grito Christian
-¡SI, ESPERENME! –Grito Kim.
¿Cómo podía dejar a sus amigos solos en ese lugar peligroso? No podía, así que… ¡qué más da!
-Tuve una vida genial además moriré joven y bella.
Corrió con una sonrisa en la cara hacia sus amigos y miro los rostros de cada uno queriendo grabarlos para siempre con ternura, cariño y amor. Pero al detenerse en la mirada de Mauricio de inmediato descargo todos los recuerdos que tenia de él, no le agradaba no, lo odiaba.
-Bueno nos vemos aquí a las 11:30 p.m. – dijo Carla.
-Aun sigo diciendo que esto no es buena idea. – dijo Kim.
-Te estás retractando, porque si es así vete nadie te está obligando –Contesto con superioridad Mauricio
-Yo no me retracto, iré y te comerás tus palabras. – Dijo decidida Kim.
Mauricio la miro enojado, ¡como se atrevía esa pequeña hablarle así! Al ver como se enojo Mauricio, Aldo decidió darle una cuchara de su propia medicina.
-Oh, mira la menor de todos nosotros no te tiene respeto, al parecer ni puedes dar miedo a una pequeña niña- Dijo con una sonrisa burlona.
Kim lo miro con cara de ¿Qué dijiste? Pero Aldo le con la mirada le hizo entender que era broma.
-Qué más da. – Dijo con desgano Mauricio.
-Entonces nos vemos aquí a las 11:30 ¿verdad? – Dijo Alex nerviosa
No le gustaba como su hermano trataba a su novio y mucho menos que se pelearan.
-Sí, ya me tengo que ir. – Contesto Carla mientras se llevaba a Jorge de ahí
-Nosotros también, vámonos Alex si no nuestros padres nos regañaran.
Alex asintió y así a todos se fueron. Mientras ellos se despedían, en una habitación completamente a oscuras en una silla se encontraba sentada una hermosa muñeca de porcelana con los ojos cerrados y un hombre vestido de negro con una copa de vino en la mano.
-Ya no quiero esperar… quiero ver tus ojos… todos aquí te extrañamos… no puedo creer que yo no soy el que te despertara… mi hermosa muñeca…